El día que sepa escribir no me importará que me leáis. Mientras tanto, tomaros esto como una acumulación de sentimientos.
No vivo para todo aquello que ellos viven. Yo tan sólo quiero ser —y soy— ese pensamiento tuyo, ese que nunca querrás sacar de tu cabeza.
Y eso ya me vale. Eso es todo lo que necesito saber para seguir adelante.