sábado, 26 de junio de 2010

Es imposible borrarle la sonrisa a quien solo esta dispuesto a sonreír

Es imposible borrarle la sonrisa a quien solo esta dispuesto a sonreír

fue imposible secuestrar de su corazón a quien siempre quiso vivir

será imposible dejar de morir sabiendo que solo te tendré al dormir.


Era capaz de beber sin descansar todas las gotas de lluvia en tus días más tormentosos

no vacilaba jamás con apalear esas palabras enfurecidas que para ti estaban de más

podía estar cogiendo del cuello al sol durante horas y horas cuando tu solo querías luna

construía ventanas en los castillos de arena para que la princesa tuviera vistas al mar.


Se puede soplar, soplar para no dejarles volver,

soplar para espantar lo que se avecina,

espantar aquello que ves venir de frente

aquello que nunca quisiste volver a ver.


Se puede coger aire y soplar aún más fuerte todavía

para expulsar todo lo que sobra, lo que molesta,

ese lastre que quiere ser uno más del día a día.


Se puede soplar,

créeme que se puede soplar,

soplar y esperar.

jueves, 17 de junio de 2010

Una película

Esa sonrisa cargada de ironía aterra tanto que paraliza

da en el blanco cada vez que quiere

aplasta mi confianza, no me deja tirar la toalla

mientras el piano suena como en el final de una película,

los créditos comienzan a salir

la gente aplaude mientras se levanta

pero en la última fila del cine

una pareja que cuentan por meses su amor

se han dado cuenta que lo nuestro no ha terminado...

El tiempo

De romper el colchón a lloros hiciste un pasatiempo

malviviste horas en el limbo que ahora huelen a tiempo perdido

supuraste aliento quebrado que no fue más allá del olvido.


Jurabas a gritos una inventada revolución eterna

paseabas discursos aprendidos de memoria

maldecías lo establecido a mordiscos de juventud.


El tiempo acaricia el futuro como la soga al cuello

apalea sueños dormidos dejándolos desnudos

es incapaz de mentir y jamás da la espalda.

miércoles, 16 de junio de 2010

Lágrimas


Es alto el precio que pagamos los que lloramos por dentro

nadie se acerca a secar las lágrimas que no se ven,

buscamos la conversación que alivie sin ser descubiertos

dibujamos cuadros con el mayor numero de colores posibles

encarcelamos miradas nostálgicas que puedan descubrirnos

y releemos una y mil veces el diario de nuestras vidas.


Pero un día todo se acaba, todo tiene un final

las lágrimas acabarán por desbordar, saldrán a la luz

y para ese día guardo el pañuelo que tu dejaste antes de marchar

pañuelo viejo, doblado, arrugado, cansado del desuso

para ese día no tendré sonrisas, porque no las puedo forzar

van por libre y yo no soy su dueño,

para ese día tan solo me queda esperar,

porque se que llegará...


Mientras fumigo temores a base de inventarnos en mañanas,

no me canso del dolor de cabeza que me produce estar todo el día soñando,

no me canso del olor que tiene la vida cada vez que despierto a tu lado.

jueves, 3 de junio de 2010

Para eso están los balcones en primavera

Para eso están los balcones en primavera,

para contar historias, mientras los gorriones soplan velas

hay quien se dedica a ver películas sobre la acera...


Y ahora también me entretengo encarándome con las nubes

hablando con las macetas, esperando contestación o rompiendo platos

guiñándole un ojo al sol mientras me rasco la cabeza para cerrar algún trato.


Y se escucha a lo lejos a princesas cansadas de príncipes tatuados

y a sus pisadas por el mercadillo de los viernes dejando atrás el Rabal

buscando bolsos para guardar todos los besos que ya no darán jamás.


Las pocas chimeneas que quedan a la vista dejaron ya de fumar

antenas oxidadas, toldos descoloridos, no me gusta la leche con miel

a veces me agarro fuerte la barandilla y sueño con que todo va ir bien.


Quisiera poder abrazar todo aquello que mis ojos abarcan

porque es mío y lo quiero, aunque este sucio, viejo y roto

porque es mío y yo siempre quise estar un poco loco.


No pido que me saluden al pasar, ni me dediquen un adiós

no quiero gestos forzados, ni falsas sonrisas, ni horas de misas

tan solo pido que me dejen andar con el viento detrás, sin prisas.