Seguimos mirando el cielo
como el primer día que nos encontramos.
Acurrucados, enredados, desentonados, imperfectos.
Seguimos aguantando el peso de todo el óxido que quiere corromper.
Fuertes, irrompibles, desafiantes, bien unidos.
Seguimos entrelazados, formando paisajes, haciendo sombra.
Sonrientes, llorando, sufriendo, viviendo.
Eres
Realmente
Increíble,
Cariño.
