El día que sepa escribir no me importará que me leáis. Mientras tanto, tomaros esto como una acumulación de sentimientos.
martes, 28 de septiembre de 2010
Acallar el ruido
A veces acallar el ruido, la tormenta de palabras, la marabunta de gestos dedicados a morder, no solo trae el silencio más bello que se pueda desear, también despeja la nube que no deja ver el sol, la nube que solo te moja a ti. Mientras y de fondo se escucha “Disarm”...
lunes, 20 de septiembre de 2010
Canciones para el dolor
Manos vencidas queriendo decir adiós
ojos vidriosos pestañeando sin parar
pasos cortos que no quieren marchar
millones de poemas nacidos sin dolor.
Me queda la sonrisa del que nunca la pierde
el corazón que se hiere tras un resbalón
la ilusión que un día guardé en el cajón
y el olvido de conversaciones pendientes.
Hoy saldré a caminar entre mis recuerdos
con una mochila cargada con tus te quieros
nuestros llantos inevitables, las gafas de sol
y aquel cd rayado con canciones para el dolor.
Sabes de sobra que la esperanza va conmigo
que el tiempo y todos los sueños van contigo
sabes de sobra que esta noche es para todos
y que nuestra historia tan solo es para dos.
viernes, 17 de septiembre de 2010
Siempre
Por pequeña que sea la palabra, la mirada, la sonrisa
siempre ocupa un espacio que antes estaba vacío.
Por efímero que sea el beso, el abrazo, el sueño
siempre abrigará al corazón que tenga frío.
Por fugaz que pueda parecer esta vida
siempre hay noches que se alargan.
Por muy breve que podamos ser
siempre quedaran palabras.
Por ser tu y nada más
siempre seré yo.
Solo por ti
siempre.
viernes, 10 de septiembre de 2010
Perdedores
Empiezo a ver la luz ahora que la vela se apaga
a confesar mis pecados ahora que ya estoy muerto
a disfrutar del tiempo ahora que se muere el reloj
a deshojar margaritas ahora que viven sin pétalos.
Son susurros eternos, palabras adornadas
entierros de emociones voluntarios
coronas de mentiras, miradas brutalmente frías,
son secuelas eternas y duelos de espías.
Y dices que tu tienes la baza ganadora
y ríes a carcajadas porque el miedo lo aconseja
tu consuelo es el de aquel que lo busca sin merecerlo
y ahora preguntas si pegaste tu primero.