viernes, 11 de noviembre de 2011

Todo se cubrió de rojo.

Ilustración: Guillermo Ros (Rey Mono)


Todo se cubrió de rojo, hasta la oscuridad.

Y ahora tan solo vestidos por el calor del fuego
recordamos a lo lejos el chafar de charcos,
el levantar de polvaredas al paso de los sueños,
la voracidad desvergonzada de la adolescencia
y la vespertina lucidez de la conciencia.

Ahora que mis besos doman tú nuca,
ahora que mi brazo aguanta mi deseo,
ahora que tú mano adiestra a la mía,
ahora que enredados de piernas no podemos salir a correr,
ahora nos damos cuenta que lo único
que nos había separado durante todos estos años
había sido la cercanía, las miradas diarias,
el miedo que tiene el amor de romper amistades,
el sentir que más que amigos éramos hermanos.

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