Es difícil romper el silencio cuando no hay palabras
cuando el corazón no quiere dar un paso más,
nos agarramos al tiempo esperando quizás
que no nos deje tirados en el camino
mientras el mañana siempre se ve de lejos.
Sonreímos buscando salidas
sumideros por donde vaciar,
morimos por conseguir escafandras perpetuas
que no dejen que el dolor nos toque
pero no existe pues sería muy fácil jugar a ganar.
Nunca pierdas mi mano de vista
porque se que ahora todo duele,
deja que busquemos esa vereda que esta por hacer
que solo espera nuestro continuo y permanente pisar
deja secar las alas para que puedan volver a volar.
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