lunes, 6 de diciembre de 2010

Volvemos a ser animales

El tiempo lo empeoro todo
el dejar pasar de los días
la continua espera que desespera
y sobre todo el hambre del que no se sacia.

Deflagraciones recorrían todo mi cuerpo
sudaba tanto por dentro como por fuera,
es ese tipo de mono asqueroso que todos sufrimos
son esas ganas descomunales de hacerte gritar.

Y allí estabas tu, lo mismo pero en frente,
mis manos agarran tu nuca fuertemente
mientras los labios explotan hasta doler
y somos fulminantemente abatidos por la libido.

El deseo es ahora corazón y cerebro
tus manos estampan las mías contra el suelo
las lenguas siguen su particular duelo
mientras las detonaciones no dejan de sucederse.

Es un combate donde solo el sexo puede ganar
donde las miradas también muerden
donde el dolor es de distinto sabor
donde volvemos a ser animales.

Y al final solo queda la gran explosión
la que nos deja muertos en vida
con la mirada que el lobo vacía en sus presas
con la sensación de que nada mas ocurre.

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