viernes, 6 de mayo de 2011

La lección




Hoy salgo al paso de todo lo que escupes
las navajas no cortan tanto como tu ira,
¿dónde te crees que estamos actuando?
se nos acaban los figurantes y todavía no vemos el final,
la película acuérdate fuiste tú el que la quiso protagonizar,
yo solo quería dormir por las noches
amamantar egos, anestesiar monos.

Dispara, dispara y acaba con esto de una puta vez,
envíalo todo a la mierda, que no quede ni polvo,
asegúrate bien de no dejar nada de nada,
el polvo acumulado acaba formando montañas.

Si te tiembla la mano es que no estás del todo convencido
si todavía escuchas voces es que el Prozac empieza a menguar
si no sabes dónde mirar, mejor cierra los ojos e intenta descansar.

La automatización no tiene porque ser perfecta,
el disimulo a la hora de esquivar es fundamental
como lo es el decir adiós y no girarte a mirar atrás.

Ahora que ya aprendiste la lección
déjamela copiar a mí,
que de tanto enseñar me olvidé de aprender,
me olvidé de escuchar las palabras que trae el viento cuando se aburre,
me olvidé del color de sus ojos cuando despertaba a mi lado,
me olvidé del dolor de estómago que me produjo su primera sonrisa.
Y eso es como morir viviendo,
como vivir estando muerto.

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