lunes, 31 de octubre de 2011

No hay canciones de amor

No hay cielo sin suelo, ni perro que no ladre.
No hay futuro sin presente, ni hermanos sin padres.
No hay ruinas sin batallas, ni bofetadas sin caras.
No hay pañuelo sin lágrimas, ni relaciones raras.

No hay prisión sin reos, ni ventas sin precio.
No hay oscuridad con luz, ni caída sin tropiezo.
No hay rosas sin espinas, ni promesas sin tiempo.
No hay espera sin necesidad, ni veletas sin viento.

No hay idiota sin remordimiento, ni ardor sin calor.
No hay frialdad sin hielo, ni venganza sin valor.
No hay placer sin pecado, ni almas pululando sin destino.
No hay despiste sin consecuencia, ni corazones en continuo desatino.

No hay canciones de amor... tan solo Rock’&’Roll.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Pagar una y mil veces.

Rompiste el cerco, abriste la veda,

y ahora las balas solo buscan tu cuerpo.

Los dieciocho disparan a quemarropa,
tu futuro sentimental por los suelos, desangrado.

¿Es justo devolver una y otra vez con la misma moneda?
¿Es justo pagar una y mil veces el mismo error?

Tan solo querías resolver dudas sin enloquecer,
ordenar sentimientos, adiestrar hormonas,
pero a la vida siempre le costó mirar atrás y perdonar.

sábado, 1 de octubre de 2011

Sonrisa nostálgica


A veces, las palabras se hundían junto al barquito de papel,
sin haber visto olas más allá de las fabricadas
por los patitos de la bañera.

No solo le gritábamos a los tres vientos
todos nuestros errores,
sino que al cuarto —el más discreto—
se los escribíamos por si acaso.

A gramos, y en familia, comprábamos momentos felices.
Todo valía. No nos cansábamos de vivir,
o al menos de fingirlo.

Tropézabamos mil veces
con diferentes piedras;
era nuestro ritual secreto
para mantener los ojos abiertos.

Envejecimos. Y uno a uno,
fallecimos.
Ahora, recordando aquellos tiempos,
apenas una leve —y vergonzosa—
sonrisa nostálgica me abriga la cara.