miércoles, 19 de octubre de 2011

Pagar una y mil veces.

Rompiste el cerco, abriste la veda
y ahora las balas solo buscan tu cuerpo.

Los dieciocho disparan a quemarropa
tu futuro sentimental por los suelos, desangrado.

¿Es justo devolver una y otra vez con la misma moneda?
¿Es justo pagar una y mil veces el mismo error?

Tan solo querías resolver dudas sin enloquecer,
ordenar sentimientos, adiestrar hormonas,
pero a la vida siempre le costó mirar atrás y perdonar.

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