Y así estamos,
tan separados como unidos,
dos muros infranqueables,
gemelos a lo lejos.
Y aquí seguimos,
tan rotos como antaño,
dos torres invencibles,
vulnerables en el cara a cara.
Y allí seguiremos,
tan emocionados como siempre,
dos locos enamorados,
a mordiscos, lamiéndonos.
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