Y al mismo tiempo cogimos la pistola,
y al mismo tiempo apretamos al gatillo,
y al mismo tiempo disparamos las balas
que por un instante cruzaron miradas con guiños incluidos,
y al mismo tiempo impactaron en nuestros corazones,
la mía en el tuyo, la tuya en el mío,
y al mismo tiempo sonreímos,
y al mismo tiempo y antes de caer abatidos
nos arrodillamos frente a frente,
y en ese preciso instante supimos
que lo nuestro era para siempre.
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