martes, 15 de diciembre de 2009

Animales




Paseos donde las manos buscan compañía,
donde los ojos se esconden para ser vistos,
donde las proposiciones son cuentos felices,
donde la sonrisa conquista con disparos directos al corazón,
y las palabras no necesitan tener la razón.

Son momentos que sueñan con ser eternos,
que no permiten envejecer con viejos recuerdos,
que nos dejan desnudos, vulnerables, deseosos,
momentos que dan sentido al pequeño juego de la vida,
momentos solo aptos para locos suicidas.

El sol no aguanta el peso de la noche y se hunde
dejándonos postales crepusculares difíciles de disimular,
rojo, naranja, viento, postal perfecta,
tu pelo baila nervioso, ansioso,
el contacto hace explotar millones de bombas,
nuestros cuerpos se han convertido en campos de batalla,
guerras que se libran sin descanso,
besos que matarían sino fueran besos,
mordiscos perdidos que descargan toneladas de excitación,
manos que suben y bajan, que aprietan
como animal a su presa,
la bandera blanca se quemó con la pasión,
esto no tendrá final,
no puede tener final,
esto está por encimo de lo que llaman amor.

La mañana nos despierta,
el sol pisa la cabeza de la noche, y como siempre
mira con recelo las consecuencias de nuestra batalla,
nosotros dejando que las miradas hablen
nos lamemos las heridas,
mientras el silencio no se atreve ni a tosernos, todos saben que es nuestro momento y que nada sirve.

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